Revista Orange Ball ha seguido de cerca los torneos de la rama femenina y esto se debe a que aún no tienen el reconocimiento ni preparación que se merecen. En esta ocasión hablamos con el entrenador Omar Aguirre, quién nos cuenta desde su experiencia un análisis sobre el partido de Argentina y Colombia en Americup 2017 el cuál nos brinda una perspectiva de enseñanzas y cosas por mejorar, resaltando el esfuerzo, sacrificio que realizan las jugadoras no sólo de la Selección Colombia sino en general.
Es claro que Colombia viene avanzando en su juego, reflejado en la representación a nivel internacional, jugadoras que lo dan todo en la cancha por Colombia, jugadoras que están en la Selección por sus logros deportivos, este año se tuvo una competencia interna antes de la Copa América que fue la Copa Especial Femenina, la cuál tuvo en ritmo competitivo a las jugadoras que conforman la Selección, las demás jugadoras estuvieron compitiendo en Estados Unidos. Cada torneo internacional en el que se compita es un paso al frente para saber cómo es esa competencia y qué se necesita para poder estar ahí y ganar, por ejemplo ,biotipo de jugadoras, preparación para dichas competencias, es por eso que vemos que equipos como Argentina y Venezuela realizan una preparación fuera de su país, fundamentos técnicos en su máxima expresión y filosofía de juego a lo cuál todavía Colombia está en busca de desarrollar. En Argentina los equipos femeninos y masculinos tienen la misma identidad, las categorías menores tienen una línea metodológica la cual da como resultados excelentes jugadores y excelentes equipos para las competencias internacionales. Mi experiencia de estudiar en Argentina y de conversar con muchos coach argentinos, los cuales siempre me dicen que en Colombia hay mucho talento pero todavía tenemos muchos vacios académicos para guiarlo mejor.
Colombia enfrentó a un Argentina, que sus jugadoras tal vez todas no tengan tanto talento como las colombianas pero tienen ímpetu, mucho trabajo y competencia, basando su juego en una buena defensa y transiciones ofensivas, jugando ofensivas altas y lo más importante es que los detalles los ejecutan a la perfección, como realizar una buena pantalla, utilizar bien los espacios de la cancha, ser solidarias, eso es el basquet argentino. Podemos hacer una mejor preparación para estos torneos, podemos ganarle a todos los equipos, pero hay que crear una identidad, que desde el minibaloncesto se juegue y se entrene con la identidad que van a jugar en las categorías mayores, explotando todo nuestro talento, sin embargo felicitar a estas guerreras que por experiencia propia, sé la ética de trabajo que tienen y las ganas de ganar y de representar a Colombia.
Agradecemos al entrenador Omar por darnos su opinión y análisis, al cuál queremos agregar diversas situaciones en las que las jugadoras Colombianas no sólo de la Selección Colombia muestran que jugar este deporte en nuestro país se ha convertido en un reto el cuál se mantiene por el amor que le tienen al baloncesto.
Miremos desde la cotidianidad de muchas de las jugadoras de baloncesto de Colombia, algunas han jugado por muchos años en diferentes ligas o equipos , en los cuales casi siempre pierden ritmo cuando cumplen determinada edad, en algunas ciudades la escasez de canchas en buen estado, de competencia y de fogueo son el común denominador, tenemos jugadoras de diferentes zonas del país con un excelente biotipo pero en algunos casos fallamos en la fundamentación del baloncesto, ya que el control a las escuelas formativas no es tan estricto en muchos casos.
Este año por primera vez se realizó una Copa Especial Femenina con equipos de casi todo el país, se les permitió incluir en su nómina jugadoras que no habían participado antes, una competencia que ayudó y benefició a los equipos, manteniéndose en ritmo y desarrollando sus habilidades. Claro , esto con unos retos grandes como encontrar patrocinio, costear alimentación , viajes, cambiar tiempo de esparcimiento o estudio por entrenamiento y juegos, algunas pidiendo permiso en sus trabajos, universidades, colegios, etc, teniendo que enfrentar a una sociedad que cree que jugar baloncesto es solo un hobbie. En algunos casos , unas jugadoras lograban no tener que gastar de su dinero, otras lograban que sus equipos les brindaran una ayuda económica y en otros casos, con las «uñas» lograban asisitir a todos los juegos, sin embargo, lo daban todo en la cancha para representar a sus equipo de la mejor forma.
Después de esta competencia se realizó una convocatoria en donde vimos nombres nuevos y una Selección fuerte, a la cuál le brindaron unas semanas de preparación, con algunos juegos de fogueo con otros equipos entre estos masculinos. Por otro lado, vemos que el común denominador de las presentaciones de Colombia en torneos internacionales, es que nuestro juego en general se ha convertido en altamente de contacto, lo cuál no nos beneficia mucho a ese nivel, pero esto es un factor que se puede mejorar con una preparación seria, organizada, con fogueo internacional, campamentos en otros países que permitan abrir la perspectiva tanto de entrenadores como de jugadoras para lograr aumentar sus habilidades, tener una filosofía muy clara como ya la han construido otros países.
Además necesitamos encontrar más apoyo de las empresas privadas, esto lo podemos lograr organizando planes reales de mercadeo en donde mostremos las virtudes y atraigamos más espectadores. Podemos empezar exigiendo a nuestros torneos locales condiciones mínimas adecuadas para la competencia, exijamos a nuestros jueces y entrenadores preparación, capacitación , exijamos a nuestras escuelas formativas condiciones mínimas de calidad, usemos cualquier oportunidad de capacitarnos, de aprender de otros países que tienen un nivel mayor, exijamos a los dirigentes mejores condiciones, por que esa es la única forma de mejorar el nivel de un deporte.
Es normal que no nos sintamos satisfechos con los resultados en Americup pero si de esa forma se logró mostrar el talento que hay en Colombia, imaginen lo que se puede hacer con más preparación, organización y trabajo. Felicitamos a estas guerreras que se le midieron a representar a Colombia, gracias por faltar a clase, a sus trabajos, dejar sus actividades, trasnochar, entrenar y darlo todo en la cancha.